viernes, 19 de julio de 2013

CONFRONTACIÓN CON RICARDO PALMA

CONFRONTACIÓN CON RICARDO PALMA


N°1

El Comercio, en, su sección de "Intereses Generales", especie de cajón  de sastre, a ratos con pujos de editorial, comentó en un suelto sin firma, que  Palma reconoció ser obra de su pluma, decía:

“Jóvenes que empiezan a vivir, que apenas se han rozado con las espinas de que está sembrado el valle de dolores que llamamos existencia, asumen papel de pedagogos severos y lanzan anatemas las sobre el pasado y sus hombres, Olvidan que el pasado fue la lucha de nuestros mayores para crear la nacionalidad peruana y que el pasado lo simbolizan hombres que la historia llama: Martín, Bolívar, Sucre, Un:anue, Valdez y Pardo”

---Continuaba diciendo don Ricardo:

"Os ensayáis en el manejo de una pluma: varios de entre vosotros ni siquiera ha pisado los claustros universitarios y ya vuestra petulancia os hace creer que lo sabéis todo, que nada os queda por aprender y que podéis .fundar cátedra y dogmatizar en política y en letras.
Habéis venido al mundo con' ciencia infusa y lo que es mas Dios no os ha hecho pecadores.”
"Niños sin juicio, no habéis siquiera ojeado el Carreño u otro tratadista de buena educación; pues él os habría enseñado que no os era lícito invitar a vuestra fiesta- a las señoras de Lima para lanzarles al rostro la grosería de que viven en consorcio con el sacerdote; ni de representante de España para hacerla escuchar de nuestros contra su Patria; ni a miembros de la Academia Peruana para colmarlos de improperios. Las canas de los Roca, Lavalle, los Palma y los Cisneros son, mal que os pese, estimadas en él. País y en el exterior. Les negasteis todo título a la consideración y respeto públicos, y poco os faltó para ponerlos al nivel de los criminales".
"¿Qué motivos os dio Ricardo Rossell para que trayéndole de los cabellos le dijerois una injuria personal? ¿Acaso el ser acadérnico? Cuánta pequeñez".

Moviendo el escalpelo del Politeama, de cuatro meses antes, las todavía frescas heridas que trató de sanar,' escribió Palma:

"Los jóvenes a la obra y los viejos a la tumba... Parece que esta frase propia de chacales, fuera la consigna de los redentores radicales. Pero no. Esa puerilidad ha sido lanzada de manera inconsciente, por decir algo, por hacer una frase más. Muchos de esos jóvenes tienen padre más o menos anciano y mal podrá aspirar a ser tenida por juventud moral la que enarbola banderas con palabras que serían repugnantes aun en la boca del infeliz y extraviado de .los parroquianos de Parruvello (sic). Todos los hombres como todas las figuras, por absurdas que ellas sean tienen derecho a 'la vida. Combatir la doctrina, pero acatar la personalidad".

Palma confundía, al parecer, la tumba metafórica a que se condenaba a "los viejos de alma" con la tumba material para los viejos de edad física, punto que el propio Prada desestimó muchas veces, sobre todo en su artículo "Los viejos" escrito en 1900 y' publicado en 191511

Concluía Palma su artículo con una mención directa:

"No os impacientéis, que ya quedaréis solos sobre el terreno y sin ver. Canas que os mortifiquen. Las reputaciones no se improvisan, son resultado del estudio, de la perseverancia y de los años. La prueba la tenéis en el señor González Prada, que a los cuarenta y cuatro, esto es cuando se avecina ya la vejez, principia a adquirir renombre.
El soldado raso no llega en un día a general y no es deprimente él Merecimiento ajeno cuando se aquilata el propio",

La primera y única reedificación -que González Prada hizo a los escritos de. Palma, y otros autores en aquella polémica está contenida en la siguiente nota, publicada dos días después:

"Señores Redactores: En el número del 13 del presente y bajo este epígrafe (La propaganda de la difamación") se publica un artículo que contiene este acápite: "¿Qué motivos dio Ricardo Rosell para que traída de los cabellos se le dirigiese una injuria personal? -¿Acaso el ser académico? Qué pequeñez". 

Desmentir semejante aberración de todo punto falsó, tiene por objeto la declaración del señor Manuel González Prada que se inserta a continuación:

"En mi discurso, leído en el Olimpo la noche del 30, no he dirigido injuria alguna personal a Ricardo RoselL como lo dice un artículo publicado en El Comercio de ayer. A ningún escritor nacional he nombrado. Cuando el discurso salga a luz, se verá si yo he sido capaz de injuriar a personas que viven unidas a mí con vínculos de estrecha amistad"

Noviembre 14 de 1888. Manuel G. Prada.

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