CONFRONTACIÓN CON RICARDO PALMA
N°1
El Comercio, en, su sección de "Intereses Generales", especie de cajón
de sastre, a ratos con pujos de editorial, comentó en un suelto sin firma,
que Palma reconoció ser obra de su pluma, decía:
“Jóvenes que empiezan a vivir, que
apenas se han rozado con las espinas de
que está sembrado el valle de dolores que llamamos
existencia, asumen
papel de pedagogos severos y lanzan anatemas las sobre el pasado y sus
hombres, Olvidan que el pasado fue la lucha de nuestros mayores para
crear la nacionalidad peruana y que el pasado lo simbolizan
hombres que la historia llama: Martín, Bolívar, Sucre, Un:anue, Valdez y Pardo”
---Continuaba diciendo don Ricardo:
"Os ensayáis en el manejo de una pluma: varios de entre vosotros ni
siquiera ha pisado los claustros universitarios y ya vuestra petulancia
os hace creer que lo sabéis todo, que nada os queda por aprender y que podéis .fundar cátedra y dogmatizar en política y en letras.
Habéis venido al mundo con' ciencia infusa y lo que es mas Dios no os
ha hecho pecadores.”
"Niños sin juicio, no habéis siquiera ojeado el Carreño u otro tratadista
de buena educación; pues él os habría enseñado que no os era
lícito invitar a vuestra fiesta- a las
señoras de Lima para lanzarles al rostro la grosería de que viven en
consorcio con el sacerdote; ni de representante de España para
hacerla escuchar de nuestros contra su Patria; ni a
miembros de la Academia Peruana para colmarlos de improperios. Las canas de los Roca, Lavalle, los Palma y los Cisneros son, mal que os pese,
estimadas en él. País y en el exterior. Les
negasteis todo título a la consideración y respeto
públicos, y poco os faltó para ponerlos al nivel de los criminales".
"¿Qué motivos os dio Ricardo Rossell
para que trayéndole de los
cabellos le dijerois una injuria personal? ¿Acaso el
ser acadérnico? Cuánta pequeñez".
Moviendo el escalpelo del Politeama, de cuatro meses antes, las todavía
frescas heridas que trató de sanar,' escribió Palma:
"Los jóvenes a la obra y los viejos a la tumba... Parece que esta frase propia de chacales, fuera la consigna
de los redentores radicales. Pero no. Esa
puerilidad ha sido lanzada de manera
inconsciente, por decir algo, por hacer una frase más. Muchos de esos jóvenes tienen padre
más o menos anciano y mal podrá aspirar a ser tenida por juventud moral la que
enarbola banderas con palabras que
serían repugnantes aun en la boca del infeliz y extraviado de .los parroquianos de Parruvello (sic). Todos los hombres como todas las figuras, por
absurdas que ellas sean tienen
derecho a 'la vida. Combatir la doctrina,
pero acatar la personalidad".
Palma confundía, al parecer, la tumba metafórica a que se condenaba a "los viejos de alma" con la
tumba material para los viejos de edad física, punto que el
propio Prada desestimó muchas veces, sobre todo en su
artículo "Los viejos" escrito en 1900 y' publicado en 191511
Concluía Palma su artículo con una mención directa:
"No os impacientéis, que ya quedaréis solos sobre el terreno y sin ver. Canas que os mortifiquen. Las reputaciones no se
improvisan, son resultado del estudio, de la perseverancia y de los años. La
prueba la tenéis en el señor González Prada, que a los cuarenta y cuatro, esto
es cuando se avecina ya la vejez, principia a adquirir renombre.
El soldado raso no llega
en un día a general y no es deprimente él Merecimiento ajeno cuando se aquilata el propio",
La primera y única
reedificación -que González Prada hizo a los escritos de. Palma, y otros autores en
aquella polémica está contenida en la siguiente
nota, publicada dos días después:
"Señores Redactores: En el número del 13 del presente y bajo este epígrafe
(La propaganda de la difamación") se publica un artículo que contiene este acápite: "¿Qué motivos
dio Ricardo Rosell para que traída de los cabellos
se le dirigiese una injuria personal? -¿Acaso el ser académico? Qué pequeñez".
Desmentir semejante aberración de todo punto
falsó, tiene por objeto la declaración del señor Manuel
González Prada que se inserta a continuación:
"En mi discurso, leído en el Olimpo la noche del 30, no he dirigido injuria alguna personal a Ricardo
RoselL como lo dice un artículo publicado en El Comercio de ayer. A ningún escritor nacional he nombrado. Cuando el discurso salga a luz, se
verá si yo he sido capaz de injuriar a personas
que viven unidas a mí con vínculos de estrecha amistad".
Noviembre 14 de 1888. Manuel G. Prada.
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---Continuaba diciendo don Ricardo:
Moviendo el escalpelo del Politeama, de cuatro meses antes, las todavía
frescas heridas que trató de sanar,' escribió Palma:
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